Tras el éxito de Antígona en el Teatro de la Abadía, el director Miguel del Arco sigue metido de lleno en complicadas y dramáticas familias: prepara un montaje de Hamlet, y ultima el rodaje de Furias, su primer largometraje. Además, su incursión la próxima primavera en la zarzuela con un programa doble (El año pasado por agua y La Gran Vía) le dará un respiro chulapo y le permitirá revisar aquel bipartidismo del siglo XIX y la sacudida que entonces causó el otro Pablo Iglesias

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