
La vida es sueño puede ser un espectáculo muy gratificante, como lo han demostrado otras puestas en escena que aprovecharon al máximo los elementos que enriquecen el ambiente de la historia principal; buenas historias cruzadas con estupendos personajes e incluso notables encuentros de capa y espada. En esta ocasión se optó por una implacable reducción a cuatro personajes, con su consiguiente limitación en forma y contenido.
El coautor de esta adaptación y director es un admirable hombre de teatro: Carles Alfaro, de quien recuerdo varias obras maestras como El lindo Don Diego, de Moreto para la CNTC; ¡Atchuusss!, sobre textos de Chejov; Tío Vania, de Chejov, en dos versiones distantes varios años, la última mejor que la primera; El arte de la comedia, de Eduardo de Filippo; El portero, de Harold Pinter, entre otras. Esta vez optó por un estatismo operístico tirando al siglo XVIII, de excesiva inmovilidad, potenciando lo peor del texto original: un sinfín de palabras con regocijo repetitivo y pasión por un antiteatro muy calderoniano: no sólo todo se cuenta más de una vez, sino que las escenas principales llegan advertidas con lujo de detalles.
Últimas noticias
«La tortuga de Darwin» estrena en la Alianza
El sábado 12 de agosto el Teatro Alianza estrena en su cartelera La tortuga de Darwin. Una obra de Juan Mayorga bajo la dirección de Mariana Wainstein con Ana Rosa: Harriet, Sergio Pereira:...
Obra «La Metamorfosis»: Versión inspirada en la vida y obra de Franz Kafka
Gregorio padece esta metamorfosis súbitamente y sin explicación evidente ya que se ha transformado en “un monstruoso insecto, un monstruoso insecto”, repite el actor en escena, haciendo eco de su...
Pepe Viyuela: “Hay que tener cuidado con la campechanía, puede ser una pantalla
El actor, autor también de varios poemarios, recibe un premio por su trayectoria en el arte de la comedia Últimas noticias