Se cumplen cinco años de andadura del Nuevo Teatro Fronterizo (NTF), continuación y revisión, en Madrid, del proyecto que puso en marcha en Barcelona, en la mítica Sala Beckett, el dramaturgo, director e investigador teatral.

A sus más de setenta años, José Sanchis Sinisterra (Valencia, 1940) conserva un envidiable entusiasmo contra el que se estrellan crisis y paralizantes pesimismos. Un entusiasmo ahora renovado al cumplirse los cinco años de andadura del Nuevo Teatro Fronterizo (NTF), centro de formación, investigación y creación teatral, ubicado en la madrileña calle de la Cabeza nº 8, y heredero del proyecto original puesto en marcha en la Barcelona de finales de la década de los setenta del pasado siglo. Nombre imprescindible de la escena española, y autor de piezas inolvidables como «¡Ay, Carmela!» y «Ñaque o de piojos y actores», ha recibido numerosos galardones, entre otros el Nacional de Teatro y varias veces el Premio Max. Así, el Max de la Crítica en 2012 precisamente por su Nuevo Teatro Fronterizo. Algo que, confiesa, «fue un aliciente, y también una muy grata sorpresa. Pensábamos que lo que hacíamos era una actividad casi clandestina». Sin embargo, huye de la etiqueta de «consagrado» y confiesa: «Soy un eterno aprendiz y espero seguir siéndole».

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