“Érase una vez en el gueto. Mientras todo moría a su alrededor, un viejo cartógrafo se empeñó en dibujar un mapa. Pero como sus piernas no lo sostenían, como no podía ir a buscar los datos que necesitaba, pidió a una niña que lo hiciese por él”. Marek le resume a Blanca una historia con apariencia de cuento tradicional. La historia, con mayúsculas y minúsculas, atrapará a Blanca casi tanto como atrapó a los judíos en el gueto de Varsovia. ¿Qué fue de aquella huella en forma de mapa que alguien trazó para dejar testimonio de aquella ignominia? Todo será un necesario tirar del hilo en el laberinto del pasado y de las emociones hasta encontrar, o no, la salida. Alguna salida.
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