“Una escena ha de descubrir aquello que hemos vivido en nuestra interioridad, y nunca coincidir con lo que habíamos pensado”. Eusebio Calonge, Orientaciones en el desierto. 

Un acercamiento a la escritura teatral como exploración y aventura, desde la heterodoxia y el alejamiento de fórmulas. El taller presupone que las historias no se crean, se descubren, y que los personajes no se inventan, se conocen. En particular, nos centraremos en los mecanismos para escribir escenas: la función del escenario, del espacio y de la elipsis; lenguaje, ritmo; la escritura y reescritura de diálogos; los ensayos como lugar de reescritura de una escena permanentemente abierta y oculta.

Metodología

Cada alumno escribirá y ensayará una escena completa de una posible obra teatral. Desde la actuación propongo un abordaje que parte de entender la misma como escritura escénica. Lo expresivo de la escena se escribe. Actuar no puede ser “expresar” lo que se siente o lo que “interpretamos” del personaje o la escena, fundamentalmente porque ese abordaje tiene poco tiempo de vida, es decir, se agota en cuanto hemos “expresado” lo que deseabamos o creíamos que teníamos que expresar.

A través del cuerpo de los actores pasa todo lo que allí pongamos en juego pero ese es el comienzo, hay que escribir con eso, orientar lo expresivo hacia una trama que se va desplegando, desarrollando, lo expresivo también es portador de intriga, si una actuación dice todo lo que tiene para contar del personaje o la escena, lo único que tendrá para aportar es eso, una información que ni siquiera hace a la acción, porque es un relato cerrado y estático que solo se “expresa” o “se comunica” con mayor o menor exito, y allí se agota. La trama de la actuación se escribe en el tratamiento expresivo durante los ensayos, y son las operaciones que se llevan a cabo cada vez con lo que allí pasa, para que el personaje o la escena se vayan des-cubriendo sin necesidad de ser todo el tiempo y de una vez toda su información. Es desde ahí desde donde la actuación habilita y funda su relación estrecha con el presente, en la medida en que cada vez hay una trama expresiva que escribir sobre lo que a través de la escena y a través nuestro esté pasando esa función en particular. La actuación es una partitura que se toca en presente cada vez.

Esto lo llevaremos a cabo través de prácticas y procedimientos simples y muy específicos en el momento de actuar la escena para operar en presente sobre la actuación. Desde la puesta en común de nuestras formas de abordar el teatro, como cuando hacemos obras juntos, vamos a coordinar este proceso de creación escénica, entendiendo que la obra siempre es el resultado de una puesta en común y nunca lo que una voluntad individual quiere y que justamente allí radica su riqueza, singularidad y potencia.